Ya ha llovido un poco, pues fueron las dos temporadas del Madrid dirigido por Jorge Valdano como entrenador(94-95, 95-96), donde acababa ya la carrera de Butragueño y Míchel y comenzaba la de Raúl, donde Zamorano y Amavisca eran una pareja asociada al gol y donde Laudrup imponía su clase, y la primera etapa de Fabio Capello en el Madrid(96-97) con los Suker, Mijatovic, Seedorf y cía.
Solía ir a los partidos siempre con mi padre, con mi tío Andrés y mis primos Andrés y Daniel, todos ellos de gran corazón madridista, Pero sobre todo mi tío Andrés, que vivía el fútbol con una gran pasión y entusiasmo. ¡Cómo disfrutaba y a veces también cómo sufría viendo los partidos de su equipo, de su Real Madrid! Estoy seguro de que se hubiera emocionado muchísimo viendo ganar el mundial a España en Sudáfrica, pero el cáncer desgraciadamente se lo impidió hace años. Un recuerdo con mucho cariño desde aquí para él.
El sitio para sillas de ruedas en aquel tiempo estaba situado en el córner derecho del fondo sur del estadio, separado por una pequeña barandilla de los Ultra Sur. Había sitio para unas ocho sillas con sus respectivos acompañantes y yo iba con mi padre y mi primo Andrés, mientras que mi tío y mi otro primo se ponían en otra zona de la grada. En nuestro sitio la visión era más perfecta cuando atacaban los equipos en esta mitad del campo y cuando sacaban los córner, ya que podíamos ver al jugador a metro y medio escaso de nosotros, pero si atacaban en la mitad del campo contrario intuíamos la línea de fondo y las bandas, no sabiendo a ciencia cierta si el balón había salido o no.
Pero sentíamos el aliento en el cogote de los ultras y vibrábamos con sus cánticos y sus celebraciones de los goles del Real Madrid.
La verdad es que ver un partido en directo con su ambiente es un poco especial, pues esos matices no son capaces todavía de captarlos las cámaras de tv. Y no digamos lo que se siente en el estadio cuando tu equipo marca un gol, eso es apoteósico e indescriptible con palabras. Es verdadera pasión y sentimiento.
Es muy cierto eso que dijo Valdano de que el estadio Santiago Bernabéu produce "miedo escénico", tanto a los jugadores de los equipos visitantes como a los del propio Real Madrid, y les produce ansiedad y agarrotamiento en las piernas. Y si a eso le añadimos la aficíón del Madrid, que muchas veces se vuelca con su equipo, pero que es una de las más exigente del mundo...
Esperemos que esta temporada el Real Madrid de la mano de Mourinho vuelva a caminar por la senda del éxito, y si es en Europa mejor. Ojalá sea así.
Una vista panorámica y muy curiosa del estadio se obtiene desde los ventanales del restaurante Café Real Madrid. Puedes apreciar un gran estadio totalmente vacío.
Ah!, y no quiero terminar este post sin tener un recuerdo especial para otro madridista de pura cepa y gran futbolero, para mi padrino y primo César. Él también nos dejó hace tiempo, esta vez víctima de un fatal accidente de tráfico. Hasta siempre César.
Y esta vez...¡Hala Madrid!
¡Hasta la próxima amigos!