No es que sea un melómano empedernido, pero me encanta y disfruto mucho con la música en general. Me gustan muchos y diversos estilos, desde el rock, el pop, el blues, el heavy metal y la música celta, hasta la música clásica o el jazz.
La música es uno de los mejores medicamentos para el alma, hasta el punto de que algunos expertos consideran que es muy necesaria para el hombre e incluso curativa (véase musicoterapia). Yo creo que existe un tipo de música para cada uno de los estados de ánimo en los que nos encontremos, ya estemos tristes, alegres, melancólicos, nostálgicos o cabreados. Es el mejor invento que pudo crear el hombre y si no existiese, tendríamos que inventarla.
Bueno, que me pongo a divagar y me desvío del camino. De la música que os quiero hablar hoy es de la música clásica, de las obras y de los compositores que más me gustan.
-Barroco:
El Canon de Johan Pachelbel.
El Canon de Johan Sebastian Bach.
Las Cuatro Estaciones de Antonio Vivaldi.
Esta gran obra está compuesta por cuatro conciertos que describen musicalmente cada una de las estaciones del año. La alegría, el esplendor y la floración de la primavera, el calor y las tormentas del verano, la tristeza y la melancolía del otoño, y el frío y la nieve del invierno.
-Neoclasicismo.
Wolfgang Amadeus Mozart. Las melodías preciosistas, la armonía y el estilo clásico de la música del genial compositor de Salzburgo. Destaco las siguientes obras:
-Sinfonía nº40.
-Eine Kleine Natchmusik.
-Réquiem.
-Óperas: La Flauta Mágica, Don Giovanni y Las Bodas de Fígaro.
La película Amadeus de Milos Forman cuenta la vida y la obra de Mozart y su carácter alegre y excéntrico.
- Romanticismo:
Ludwin Van Beethoven. El genio alemán comenzó su andadura en el clasicismo pero es el gran exponente del romanticismo. Su estilo pasional es a veces oscuro y tenebroso y otras luminoso y delicado, y pasa de las notas en soto voce a la potencia y la furia en crescendos espectaculares. Su carácter complejo y su sordera imprimen los tintes a veces sombríos a su música.
Destaco sus Sinfonías, especialmente las nº 4, 5, 6 y 9, y la obras Para Elisa y La Fuga.
En 2006 se hizo una película muy interesante sobre Beethoven, titulada Copying Beethoven. Con Ed Harris y Diane Krugger en el reparto.
Tchaikovky.
Sus famosas Suites para ballet El Cascanueces y El Lago de Los Cisnes.
Johan Strauss.
Sus Valses y en especial El Danubio Azul.
-Clásica del S.XX:
Bela Bartok
Igor Strawinsky
Manuel de Falla, Isaac Albéniz y Joaquín Rodrigo.
La originalísima obra de jazz del norteamericano George Gerswin Rhapsody in Blue. Este autor llevó el jazz desde la calle a las salas de conciertos.
Pero desde luego, donde mejor se escucha y se disfruta de la música clásica es en vivo y en directo en un gran auditorio e interpretada por una orquesta. Allí debido a su acústica especial, la música te envuelve y puedes sentirla y sobre todo, vivirla. Recuerdo muy especialmente las veces en las que he ido a conciertos al Auditorio Nacional de Madrid, en las que disfrute por ejemplo de grandes obras como El Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo o la novena sinfonía de Beethoven.
Hace poco estuve viendo Fantasía 2000, la película concierto de Disney, que es un experimento muy curioso y novedoso en el que se combina música clásica y animación en perfecta armonía. En él los animadores de Disney plasman en imágenes, según su particular visión, las obras de importantes compositores, y todo ello presentado por actores de Hollywood. Entre las piezas destacan la sinfonía nº5 de Beethoven, La Rhapsodia in Blue de George Gerswin, El Pájaro de Fuego de Strawinsky y por supuesto El Aprendiz de Brujo de la antigua Fantasía.
¡Música maestro! y ¡Hasta la próxima amigos!