sábado, 28 de mayo de 2011

Vacaciones en el mar I




He tomado prestado el título de esta mítica serie de los 70-80 para contaros mi experiencia en el mar, mi experiencia a bordo de un crucero, que hice junto con mis padres en el verano de 2003. No es que sea yo un gran amante del mar, pues soy más bien un marinero en tierra, que diría el poeta Rafael Alberti; pero cuando mis padres me lo propusieron me embarqué sin dudarlo en esta singular aventura. Yo también he hecho un crucero, aunque parezca sorprendente.


El crucero tenía por escenario el Mediterráneo occidental, desde Barcelona hasta Malta, pasando por la Costa Azul francesa, la península itálica y la isla de Sicilia. Es una sensación muy curiosa navegar por nuestro mare nostrum, tan cargado de historia, por el que antaño navegaron, comerciaron y también guerrearon fenicios, griegos, romanos, cartagineses, venecianos, turcos o españoles.


Hacer un crucero es una forma distinta y muy entretenida de pasar unas magníficas vacaciones. Navegar, hacer turismo, visitar otros países, descansar, relax, buena cocina, entretenimiento... En fin, unas vacaciones estupendas y una experiencia única. Hoy en día hay multitud de destinos a elegir, en todas las épocas del año y ajustados a todos los bolsillos y posibilidades.


Un barco de cruceros es mucho más que un buen hotel, es una pequeña ciudad en miniatura en la que puedes hacer un poco de todo, hacer excursiones, bañarte en la piscina o tomar el sol, hacer deporte en el gimnasio o en cubierta, ir a la biblioteca, hacer actividades, por la noche ir a la discoteca, tomar una copa o jugar en el casino, por citar algunas cosas.


-Rumbo a Barcelona.

El crucero zarpaba del puerto de Barcelona un lunes a mediodía, así que nos fuimos en nuestra furgoneta Mercedes el día anterior y dormimos en un hotel de la ciudad.


1ª escala: Villefranche.


La primera escala del crucero fue en esta pequeña ciudad de la Costa Azul francesa, cercana a Montecarlo y Niza. El barco fondeó en la bahía y se podían hacer excursiones a los lugares que acabo de citar mediante las lanchas del barco, pero nos quedamos a bordo. La Costa Azul auna el lujo, el glamour y el espectáculo (Mónaco, GP F1, casinos, Festival Cine Cannes).



2ª escala: La Spezia.


Es una ciudad portuaria de la Toscana italiana dedicada principalmente a la industria y a los cruceros recreativos. Esta relativamente cerca de Florencia, y en esta ocasión también el barco fondeó en la bahía cercana.

3ª escala: Civitavechia.


Está considerada el puerto de Roma, aunque se encuentre a 80km de la capital. Dicha ciudad no tiene interés alguno, lo que importa y lo que realmente merece la pena es la excursión a Roma, la ciudad "eterna". Para mí y para mi madre era nuestra segunda vez, nuestra vuelta tras el viaje del 97 (en nuestro caso se cumplió la tradición de que si tiras una moneda en la Fontana di Trevi, vuelves a Roma), y para mi padre, la primera vez. Visitamos el Vaticano, la Capilla Sixtina, que lucía más resplandeciente, si cabe, tras su restauración, e hicimos una visita panorámica desde el autocar de la Roma Imperial.






Continuará...

miércoles, 25 de mayo de 2011

Invictus



Nada, es un hecho. Cuando llegan los días festivos o los puentes me "encanta" pasarme unos cuantos días en el hospital; ya sea el puente de la Constitución, el día del padre, de la madre, el puente de mayo o el que sea, allí que me voy, me los pillo todos. Pero qué mejor hotel puede haber, habitación, pensión completa, todos los "tratamientos" incluidos, gastos pagados... En fin, un chollo. Es broma, je je.



Ahora en serio. Como mencioné en el anterior post, he estado ingresado 15 días en la Jiménez Díaz (de los cuales he estado 10 en la UCIR) por una infección respiratoria. El susto empezó porque mi corazón se puso a latir como un motor Ferrari (más bien como un Red Bull), se puso a 200 pulsaciones por minuto. Como véis mi corazón es "grande" física y metafóricamente y cuando late lo hace "generosamente". De ahí, al hospital vía ambulancia.


El caso es que estoy perfectamente restablecido y ya en casa desde hace una semana. He vuelto Invictus, como escribí en mi estado en Facebook, con ganas y pilas renovadas hasta que tenga que librar la próxima ofensiva.


Mis mejores armas para luchar en estas situaciones son mi fortaleza, mi optimismo vital y conservar en todo momento el buen humor. He aprendido en símil taurino, a coger el toro por los cuernos y a domeñar el miedo como hacen los toreros con valor, temple y verguënza torera.


Como dijo Freddie Mercury en una canción de su disco Made in Heaven: "It´s a beautiful day, I feel good and nothing is gonna stop me now"(Es un bonito día, me siento bien y nada va a detenerme).




¡Hasta la próxima amigos!

jueves, 19 de mayo de 2011

Los Tres Mosqueteros





Pensaréis, por el título que he escogido, que este post de hoy trata sobre el clásico de capa y espada escrito por Alejandro Dumas. Pues no. Seguid leyendo y descubriréis de que se trata. Llevo un tiempo pensando en dedicarles un post de homenaje a mis padres, pues son unos auténticos valientes, unos luchadores. Son mis héroes.



Mucha gente ha dicho de nosotros que somos como un equipo, y creo que con mucha razón. Y desde luego que mis padres, mi hermana Cristina (aunque tenga su propia vida y ya no viva con nosotros) y yo formamos a todas luces un equipo perfectamente preparado y compenetrado para afrontar nuestra particular situación.




Su labor muchas veces titánica, su sacrificio y su esfuerzo día a día, minuto a minuto, para que yo tenga la mejor calidad de vida posible (y dejando muchas veces sus propias necesidades en un segundo plano) es digna de todo elogio y admiración. Y más con una dura enfermedad como la mía, la Distrofia Muscular de Duchenne, que nos pone a prueba constantemente, que nos hace pasar malos momentos, que no da tregua y que te puede hacer caer a veces en el desánimo o en la apatía.




Su ejemplo de lucha y de coraje me ha hecho más fuerte, me ha mostrado más claramente el camino para afrontar mejor mi enfermedad y mi vida, para no desfallecer nunca, para no rendirme nunca.



No puedo sino emocionarme al escribir estas líneas, no puedo sino expresar que me siento profundamente orgulloso de mis padres y que siento admiración y sincera gratitud hacia ellos. Sé que sin ellos no podría haber hecho la cantidad de cosas que he tenido la suerte de poder hacer en mi vida, con el hándicap de mi enfermedad. Creo que aunque viviera dos vidas más no tendría tiempo suficiente para agradecerles lo mucho que han hecho y que siguen haciendo por mí.



Ellos me han dicho muchas veces que tienen mucha suerte por tenerme a su lado, pero creo que es al revés, que tengo yo mucha más suerte al contar con ellos. Infinitamente mayor.



Y qué decir de estos 15 días que he pasado ingresado en la Fundación Jiménez Díaz por una infección respiratoria. Mis padres no podían estar conmigo puesto que yo estaba ingresado en la UCIR (Unidad de Cuidados Intermedios Respiratorios), conocida popularmente allí como la "pecera", pero ellos estaban todos los días allí, hora a hora, minuto a minuto, esperando y deseando que llegaran las escasas horas de visita (1h por la mañana y otra por la tarde) para poder verme y estar conmigo. Y mi hermana en cuanto salía del trabajo y los fines de semana se iba para el hospital. Encomiable su amor y dedicación hacia mí. Mi mejor momento del día allí, era cuando les veía llegar por las mañanas a través del cristal de la puerta automática de la Unidad y la posterior visita.




Yo también trato de ayudarles en todo lo que puedo, trato de estar pendiente de ellos, y en definitiva de "cuidarles" lo mejor que sé para que descansen y estén bien, puesto que su tarea es casi siempre agotadora.



Y qué haríamos sin mi hermana Cristina (una de las personas que más quiero en este mundo), nuestro tercer mosquetero, nuestro suplente de "lujo" del equipo (como esos grandes jugadores que dan lo mejor de sí mismos cuando su equipo más los necesita). Es un pilar de este equipo, y qué haríamos sin su apoyo, sin sus consejos y sin su sapiencia profesional, pues no en vano es nuestra farmacéutica de cabecera particular.




Ah! Y no me olvido de mi cuñado Israel, mi informático en casa. Él me soluciona cualquier problema que tenga de esta índole y fue quien me preparó el notebook con el que escribo este blog o el programa de voz que uso. Además me cae muy bien y me entiende fenomenal cuando "hablo" con él.



En general todos somos siempre bastante positivos, siempre tratamos de poner al mal tiempo buena cara, y cuando a veces la situación no nos permite hacer lo que teníamos planeado, en vez de resignarnos, pues nos inventamos otra actividad que nos guste y con la que disfrutemos. Por ejemplo como no podemos ir al cine, nos hemos montado nuestro propio cine en casa. El año pasado no pudimos ir de vacaciones y entonces innovamos cenando en el jardín y haciendo sesiones de cine de verano. Damos paseos en coche, vamos a algún centro comercial, a alguna cafetería, etc. Como dice una frase anónima que a mí me encanta: "Si tú no estás hecho a la medida del mundo, haz el mundo a tu medida".



Ya sabéis cual es nuestro lema: "Uno para todos y todos para uno".






¡Hasta la próxima amigos!