He pasado este fin de semana con mis padres en Toledo. Hemos estado en un bonito y moderno hotel construido en un antiguo cigarral toledano (del que se conserva la fachada, la puerta de madera y la estructura original), que está situado en un cerro, y desde cuyas habitaciones se puede disfrutar de una maravillosa vista del casco antiguo de Toledo.
Toledo tiene una larga historia y es la ciudad de las mil caras. La Toletum romana, la capital del reino visigodo, ciudad conquistada por los árabes y después reconquistada por el rey castellano Alfonso VI, pero siempre ciudad de las Tres Culturas (musulmana, cristiana y judía) cuyas iglesias, mezquitas y sinagogas son vestigios de ello. Ciudad catedralicia y del arzobispo primado de España, capital de la monarquía de Carlos V, ciudad del gran pintor Domenikos Theotocopulos "El Greco"...
Sus murallas, puertas, puentes, sus calles, su alcázar y su catedral nos hablan de un pasado esplendoroso y de su importancia política y religiosa de primer orden.
Paseamos por sus angostas y empinadas calles llenas de historia, visitamos de nuevo su magnífica catedral de estilo gótico, estuvimos en Zocodober y junto al imponente alcázar,etc. También dimos una vuelta en coche para ver Toledo iluminado por la noche, cosa que no debe uno perderse.
Y una vista espectacular de Toledo se obtiene desde la carretera que conduce al parador de turismo y desde éste, pués está tambien situado en lo alto de un cerro. Cómo si de una maqueta se tratara vemos en detalle la catedral y su esbelta torre, el alcázar, sus iglesias, parte de sus murallas y puentes, los meandros que forma el Tajo a su paso por el casco viejo...Su característico Skyline casi al alcance de la mano.
En definitiva Toledo es una ciudad cargada de historia, con encanto y fascinante. Una escapada perfecta.
¡Hasta la próxima amigos!