Cambio de cánula II

Hace unos días me hicieron el habitual cambio de la cánula, como ya sabéis en la Fundación Jiménez Díaz. Ya os conté algo sobre ello en un antiguo post pero creo que es digno de explicar el proceso con más detalle porque en algunos aspectos es muy curioso y hasta gracioso. Me decía en broma mi otorrino, el Dr. Gutiérrez, que tendría que colgar también un vídeo.

Es un pequeño show puesto que en la pequeña sala de curas de otorrinos (llena de aparatos e instrumental) nos juntamos diez u once personas cuando me hacen el cambio de cánula; a saber, mi neumólogo el Dr. Peces-Barba (o en su defecto la Dra. Heili, cuando él no puede por alguna razón), el otorrino el Dr. Gutiérrez, la enfermera, varios residentes, Rosa la supervisora de neumología, mis padres y yo... En fin que aquello parece el camarote de los hermanos Marx, cuando Groucho dice eso de: "Pasen, Pasen, que todavía cabemos más".

Pero todos y cada uno tienen su misión y la cumplen perfectamente bien; el Dr. Gutiérrez como ya dije con mucha pericia y eficacia cambiando la cánula, el Dr. Peces-Barba siempre controlando y vigilante en todo el proceso, con la saturación de oxígeno y demás, otros aspirando las flemas...

Como veis tengo un equipo completo de magníficos profesionales a mi disposición, estoy controladísimo y tengo que decir que estoy en las mejores manos posibles. No puedo sentirme más que seguro.

Antes estos cambios eran más complejos y tuvimos algún que otro pequeño gran susto, pero ahora afortunadamente son más normales y tranquilos. El ambiente es un poco más distendido y relajado, y el Dr. Gutiérrez con su habitual buen humor siempre hace algún comentario gracioso que nos hace reír un poco. Ahora eso sí, nadie me quita pasar un ratito jorobado, una pequeña "tortura" como la llamo yo, pero como ya tengo experiencia, son gajes del oficio.

Los cambios de cánula son ahora cada mes y medio y bueno ese día acabo un poco cansado y molesto, pero al fin y al cabo es un pequeño precio que hay que pagar. Comparado con el maravilloso don de seguir disfrutando de la vida y de mi familia y también escribiendo este blog, es poca cosa.

¡Hasta la próxima amigos!