Como todos ya sabéis, soy licenciado en Geografía e Historia. Pues bien, fruto de mi gran pasión por la historia, hoy voy a inaugurar una nueva sección en mi blog, que tratará sobre grandes personajes del siglo XX. El primero es sobre Wiston Churchill, el gran primer ministro británico durante la II Guerra Mundial.
Wiston Churchill fue sin duda uno de los grandes líderes políticos y estadistas del siglo XX, pero también un brillante orador, historiador y escritor que ganó el Premio Nóbel de Literatura (en 1953 por sus Memorias sobre la Segunda Guerra Mundial).
Aunque ya había ostentado varios cargos militares y políticos, su gran momento llegó en mayo de 1940, cuando ya iniciada la guerra, fue nombrado Primer Ministro de Gran Bretaña por el Parlamento. Una de las causas que hizo que le eligieran, aparte de su gran valía e inteligencia, fue su acertada visión de que la política de apaciguamiento de su país y Francia hacia Hitler al final no conduciría si no a la guerra ("Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra; elegisteis el deshonor y ahora tendréis la guerra"). En su investidura como premier pronunció un brillante discurso en el que dijo honestamente que sólo podía prometer al pueblo británico "Sangre, Sudor y Lágrimas".
Y así fue pues la aviación alemana sometió a las ciudades británicas y al mismo Londres a un terrible y atroz bombardeo durante meses, en lo que se llamo la batalla de Inglaterra. Gracias a la fuerza, a la resistencia de Churchill y a su decisión inquebrantable de no claudicar jamás, su pueblo vió en él un verdadero líder político y moral en tiempos difíciles, confió y resistió. Unos cientos de pilotos de la RAF hicieron frente con valor y con coraje a la aviación alemana (la temida Luffwafe) y consiguieron derrotarla y expulsarla de sus cielos, Una gran victoria de la que Churchill dijo que "Nunca tantos debieron tanto a tan pocos".
Los rusos le llamaban el "Bulldog británico" porque solía visitar los frentes de batalla aún a riesgo de su vida. Ni Roosevelt ni Stalin lo hicieron nunca.
El gran entendimiento de Churchill con Roosevelt hizo que EEUU entrara en la guerra y esta alianza se demostró imprescindible para la victoria final de los Aliados (sin olvidar la contribución de la URSS).
Cuando llegó la victoria y el final de la guerra, fue recibido en el Parlamento por todos los diputados puestos en pie y aplaudiendo, mientras a él le caían lágrimas por sus mejillas. Pero en las primeras elecciones tras la contienda perdió el poder, lo que vino a demostrar que el pueblo británico le consideraba un líder para tiempos de guerra pero no para tiempos de paz (aunque tuvo un segundo mandato entre 1951 y 1955).
Aunque participó en el reparto de Alemania y en el diseño del nuevo orden mundial, supo ver la división de Europa entre un bloque occidental y un bloque comunista, satélite de la Unión Soviética, cuando habló de la existencia del Telón de Acero. También abogó por la integración europea con la creación de unos Estados Unidos Europeos.
Pero no todo fueron luces en su gestión sino que también tuvo sombras importantes, como por ejemplo la orden de bombardear la ciudad alemana de Dresde cuando casi había acabado la guerra y allí sólo había civiles.
¡Hasta la próxima amigos!
Wiston Churchill fue sin duda uno de los grandes líderes políticos y estadistas del siglo XX, pero también un brillante orador, historiador y escritor que ganó el Premio Nóbel de Literatura (en 1953 por sus Memorias sobre la Segunda Guerra Mundial).
Aunque ya había ostentado varios cargos militares y políticos, su gran momento llegó en mayo de 1940, cuando ya iniciada la guerra, fue nombrado Primer Ministro de Gran Bretaña por el Parlamento. Una de las causas que hizo que le eligieran, aparte de su gran valía e inteligencia, fue su acertada visión de que la política de apaciguamiento de su país y Francia hacia Hitler al final no conduciría si no a la guerra ("Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra; elegisteis el deshonor y ahora tendréis la guerra"). En su investidura como premier pronunció un brillante discurso en el que dijo honestamente que sólo podía prometer al pueblo británico "Sangre, Sudor y Lágrimas".
Y así fue pues la aviación alemana sometió a las ciudades británicas y al mismo Londres a un terrible y atroz bombardeo durante meses, en lo que se llamo la batalla de Inglaterra. Gracias a la fuerza, a la resistencia de Churchill y a su decisión inquebrantable de no claudicar jamás, su pueblo vió en él un verdadero líder político y moral en tiempos difíciles, confió y resistió. Unos cientos de pilotos de la RAF hicieron frente con valor y con coraje a la aviación alemana (la temida Luffwafe) y consiguieron derrotarla y expulsarla de sus cielos, Una gran victoria de la que Churchill dijo que "Nunca tantos debieron tanto a tan pocos".
Los rusos le llamaban el "Bulldog británico" porque solía visitar los frentes de batalla aún a riesgo de su vida. Ni Roosevelt ni Stalin lo hicieron nunca.
El gran entendimiento de Churchill con Roosevelt hizo que EEUU entrara en la guerra y esta alianza se demostró imprescindible para la victoria final de los Aliados (sin olvidar la contribución de la URSS).
Cuando llegó la victoria y el final de la guerra, fue recibido en el Parlamento por todos los diputados puestos en pie y aplaudiendo, mientras a él le caían lágrimas por sus mejillas. Pero en las primeras elecciones tras la contienda perdió el poder, lo que vino a demostrar que el pueblo británico le consideraba un líder para tiempos de guerra pero no para tiempos de paz (aunque tuvo un segundo mandato entre 1951 y 1955).
Aunque participó en el reparto de Alemania y en el diseño del nuevo orden mundial, supo ver la división de Europa entre un bloque occidental y un bloque comunista, satélite de la Unión Soviética, cuando habló de la existencia del Telón de Acero. También abogó por la integración europea con la creación de unos Estados Unidos Europeos.
Pero no todo fueron luces en su gestión sino que también tuvo sombras importantes, como por ejemplo la orden de bombardear la ciudad alemana de Dresde cuando casi había acabado la guerra y allí sólo había civiles.
¡Hasta la próxima amigos!
Hola Felix,
ResponderEliminarWinston Churchil por supuesto que ha sido uno de los grandes líderes y personajes del S: XX con los europeos Hitler, Mussolini y Franco.
Ha sido un gran estadista, y a mi modo de ver sobretodo un gran militar y estratega, yo lo que nunca había sabido es que también además de buen orador había sido historiador y escritor, allá por los años 1953 que fue mi año de nacimiento, con sus memorias sobre la II Guerra Mundial.
Yo lo he entendido como el pueblo ingles que ha sido un hombre para la guerra por su habilidad, astucia e inteligencia, pero no un político para la paz.
Se opuso a Hitler y lo pagó muy caro para los ingleses.
Tuvo una gran visión de futuro ya que el convebía la integración europea con la creación d eunos estados europeos a la imagen de los estados unidos de América, creo que acertó y lo ha demostrado el S: XX y XXI con la creación, ampliación y mantenimiento de la Unión Europea, con una unidad monetaria, aunque en este caso los únicos que no tienen la moneda del euro, que es inglaterra que solo tiene la Libra.
Un beso. Vicente
Hola Félix,
ResponderEliminarEfectivamente, Churchill fue un magnífico estadista y debo decir que lo más importante de lo que has publicado es el mensaje que trasladas de que hay que resistir y luchar aunque el enemigo parezca imbatible, y esto que digo que a algunos les puede parecer una utopía es la pura realidad y se demuestra en la actitud que mantuvieron Churchill y su nación que al final dio sus frutos y el combate acabó en tablas. Yo no sabía que Churchill acudía al frente de batalla personalmente. Lo que he oído y no comprendo muy bien es por qué Hitler no aplastó en Dunkerque a los ingleses(no obstante Hitler era un cabezón pues no hacía mucho caso a sus generales y esa fue una de las causas por las que perdió la guerra).Eso fue al parecer un misterio sin resolver.
Un abrazo. Adolfo