Una buena película tiene que distraerte o entretenerte, o hacerte reír, o hacerte llorar, o a veces pensar, pero tiene que despertarte emociones de algún tipo, y en definitiva hacerte sentir.
Pero muchas veces sólo necesitamos películas normales y corrientes, que nos distraigan y nos hagan evadirmos un rato de nuestra realidad. Cosa muy necesaria a veces, por cierto.
La magia del cine donde se produce en mayor medida es en una sala de cine, en la gran pantalla, cuando se apaga la luz y comienza la proyección y...se pone en acción el séptimo arte.
Antes de hacerme la traqueo iba mucho al cine, incluso tenía temporadas de ir una vez a la semana, pero ahora como hay que aspirarme las flemas bastantes veces, pues no podría disfrutar cómodamente de una película entera. Pero como casi todo en esta vida tiene solución, me he comprado un proyector home cinema con calidad de cine y una gran pantalla y así el cine lo veo en casa. En 5 minutos convierto el salón de mi casa en una auténtica sala de un cine. Una pasada.
Quiero desde aquí recomendar a todos los minusválidos en silla de ruedas que vivan en esta zona un cine muy bien adaptado. Es al que yo solía ir, y es el del centro comercial Equinoccio en el polígono el carralero de Majadahonda. No hay que ponerse en la primera fila como suele pasar en muchos, en este hay dos zonas especiales, a la derecha y a la izquierda de cada sala y hacia la mitad del patio de butacas, en las cuales puedes permanecer cómodamente en tu silla de ruedas sin necesidad de traspasarte a una butaca. Además la visibilidad es perfecta. Cuenta con servicios adaptados y plazas de aparcamiento para minusválidos señalizadas en la entrada. Perfecto para nosotros.
Bueno pues...silencio, camara y... ¡Acción!
Confirmo lo escrito aquí. En ningún otro cine de la zona he visto una disposición tan acertada para público minusválido. Bueno, quizá sí, en el Zoco de Pozuelo, pero aquellos cines no sé si siguen en pie ya que tenían muchos años y no podían competir con las nuevas salas.
ResponderEliminarAdemás, el público que asiste a los cines del equinoccio guarda en general las formas y el debido silencio al ver una película. Otras salas de otros centros comerciales (Tres Aguas, Opción y últimamente Kinépolis) parecen una verbena, con la gente hablando, apoyando los pies en el asiento que tienen delante, etc. Si no saben comportarse en público que se queden en el corral donde pululan.