La tecnología y los minusválidos

Los avances tecnológicos mejoran y hacen más cómoda la vida al hombre en multitud de aspectos. Siempre ha sido así a lo largo de la historia y nos han permitido alcanzar altas cotas de progreso y bienestar. Tanto es así, que no entenderíamos nuestro mundo de hoy sin internet o sin teléfonos móviles, avances que han revolucionado la vida tanto como en otros tiempos lo hicieron el descubrimiento del fuego, el metal, la imprenta o el avión.



Pero para los minuválidos como yo, que tenemos un altísimo grado de dependencia y grandes limitaciones físicas, la tecnología en general además de ayudarnos y facilitarnos la vida, nos proporciona una libertad y una autonomía importante que no sería posible si careciésemos de ella. Gracias a ella saltamos barreras, derribamos muros y nos integramos mejor en la sociedad.



Pensad en las facilidades que nos otorga una silla de ruedas de motor, los mandos a distancia, los móviles manos libres, ratones inalámbricos, redes wifi, ratones que se mueven con un leve movimiento de cabeza o la domótica (tecnología aplicada a la casa).



Lo triste es que muchos minusválidos no tengan acceso a ella por falta de recursos económicos y de ayudas.



Os cuento lo que supone para mí la tecnología y la ayuda que me presta en general. Lo más importante es el notebook que llevo acoplado en mi silla(me lo instaló mi padre), mi ordenador "de a bordo", que a veces es como mis manos y mis piernas, y... tambíen mi voz. Con él puedo leer los periódicos, enviar emails, escribir este blog que comparto con vosotros, escuchar música, descargar películas legales, estudiar, obtener información, "viajar", conectarme al facebook o al messenger o comprar online. por citar algunas cosas. Y todo con un simple y "milagroso" click de ratón.



Pero la ayuda más inestimable que me proporciona el notebook es que me permite hablar. Os cuento por qué. Cuando tengo puesto el respirador no puedo hablar, sólo puedo hacerlo durante unos pequeños periodos al día en los que desconecto el aparato y me coloco un taponcito en la cánula. Pues bien, para poder expresarme con más precisión y detalle, mi cuñado me preparó e instaló un programa de habla en el que yo escribo lo que quiero decir y una voz lo repite en alto. Una ayuda ,sin duda, muy grande.



Bendita tecnología.